viernes, 20 de julio de 2018

Dámaso Bayón Gómez


Hace unos días que he conocido a Dámaso Bayón, estuvimos charlando un rato y me invitó a conocer la exposición "La vida de nuestros abuelos", en la que ha estado trabajando durante más de 20 años.

Le he planteado mi interés por hacerle unas fotos y poder publicar una breve reseña de su historia en el blog de Moraleja, a lo que amablemente ha accedido.

Tras visitar el lugar donde tiene expuestos sus trabajos, me ha invitado gentilmente a su casa, donde hemos podido charlar un rato tranquilamente, contándome algunas de las muchas experiencias de su vida.

Nació en Moraleja de Cuéllar (Segovia) el 28 de Abril de 1930. Es hijo de Dámaso Bayón Muñoz y Juana Gómez Arranz. Se dedicaban éstos a la labranza de sus tierras y a la venta ambulante.

Su vocación por la artesanía y el modelismo empezó cuando aún era niño, época en la que construía algunos de sus juguetes. Haciendo el servicio militar, en el arma de caballería, aprendió a trabajar el cuero (coser y reparar arreos, calzado,…). Después del servicio militar trabajó un tiempo con las subastas de cuero del ejército.

De joven trabajó, como sus padres, en la agricultura y la venta ambulante.

A principios de los 60 emigró con su familia a Valladolid y trabajó conduciendo camiones, primero en la empresa SAVA, después en otra empresa de transporte de vigas de hierro; y por último fue empleado otra vez en SAVA-PEGASO, hasta su prejubilación. 

A partir de su jubilación, en su tiempo libre, empezó a construir maquetas de carros a escala, que fue completando con otras relacionadas con la vida y los trabajos que se hacían en su juventud (arados, máquinas de veldar, carretillos, …).

Con estos trabajos participó en varias exposiciones etnográficas en distintas ciudades y pueblos de la región, pero fue en Valladolid, en el colegio Fray Luis de León donde, con ayuda de su hijo Demetrio, montó la exposición didáctica que titularon LA VIDA DE NUESTROS ABUELOS. Esta exposición reunía, en escenas bien estructuradas, 27 años de trabajo. Tuvo un gran éxito, durante los meses que estuvo abierta fueron muchos los grupos de personas que llegaban en autocar desde otras provincias para visitarla, sobre todo escolares, aparte de la gente de Valladolid.


Una vez acabada la exposición se trasladó ésta al lugar que ocupa ahora, en Moraleja de Cuéllar.

Aquí también ha tenido mucho éxito y ha sido visitada todos los años por un gran número de personas. En los primeros años se estableció en los meses de Julio y Agosto un horario de visitas. Ahora se abre, a petición, en los días que está la familia pasando las vacaciones de verano. 

Se mantiene montada durante los meses de Julio y Agosto, el resto del año se desmonta y se guarda para favorecer su conservación. 

Los elementos que forman las maquetas no se venden, tampoco se cobra por visitar la exposición.

Otra afición en la que ha destacado Dámaso es la música, tocando la dulzaina y la caja. Con la caja ha acompañado (tocando en certámenes, con grupos de danzas, fiestas… ) a algunos de los más famosos dulzaineros de la región, en especial a su hijo Jorge.

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